¿Qué es mejor, una hipoteca fija o una variable? Es la pregunta del millón y vuelve a estar sobre la mesa, ahora que el euríbor a 12 meses está otra vez en mínimos históricos.
Tras pasarse casi un año subiendo y acercándose al 0%, el indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas en España cambió de tendencia en marzo y en las últimas semanas se ha desplomado. Tanto es así que ha llegado a romper la barrera del -0,3% en tasa diaria, un nivel nunca visto hasta la fecha.
Esta nueva caída, provocada por la débil situación económica y de los precios en la eurozona han llevado al Banco Central Europeo (BCE) a retrasar su decisión de subir los tipos de interés, e incluso estudia poner el precio del dinero en negativo. Un escenario que ha provocado que, de nuevo, miles de hipotecados vean rebajada la cuota mensual que pagan, y que quienes están a punto de firmar una hipoteca tengan dudas sobre qué opción elegir.
¿Hay que olvidarse de las hipotecas fijas y apostar por las variables aprovechar el momento? Los expertos son muy claros al respecto. Según explica Javier Lainez, responsable de operaciones de idealista/hipotecas, no hay una hipoteca perfecta, sino que la elección depende de las circunstancias personales y financieras de cada persona.
Entre los factores a tener en cuenta están “si tiene un empleo fijo, su sueldo, el mayor o menor importe que necesite financiar, el plazo en el que quiere pagar la hipoteca y si tiene posibilidades o no de mejorar su situación financiera en el futuro”, recalca Lainez.
Otro elemento importante es cómo está actualmente el mercado. Desde idealista/hipotecas aseguran más de la mitad de las operaciones que están cerrando actualmente son a tipo fijo, mientras que las estadísticas del INE revelan que más del 40% de las hipotecas firmadas en los últimos meses han sido fijas. Unos números que coinciden con las ofertas más competitivas de la historia en este campo.
Y es que en el mercado encontramos préstamos a tipo fijo a un plazo de 20 años con un interés de entre el 1,55% y el 1,7%, mientras que para el plazo de 30 años la horquilla se mueve entre el 1,8% y el 2,1%. En este último caso, por ejemplo, supondría pagar una cuota de 540-560 euros mensuales para un importe solicitado de 150.000 euros.
¿Y qué hay de las variables? Las ofertas actuales más competitivas para este plazo de 30 años se encuentran entre el 0,75% y el 0,99%, lo que traduce en una cuota mensual de entre 452 y 468 euros para la misma cantidad (150.000 euros). Es decir, prácticamente 100 euros menos cada mes.
Sin embargo, y a pesar de que el ahorro es evidente hoy en día, el mercado da por hecho que el euríbor tarde o temprano acabará subiendo y con él, las cuotas de las hipotecas variables que estén referenciadas a este indicador. En cambio, la ventaja de una hipoteca fija es que brida al hipotecado la tranquilidad de que su cuota no va a cambiar a lo largo del tiempo, independientemente de las decisiones que tome el Gobierno o el Banco Central Europeo: siempre se desembolsa la misma cantidad, desde la primera cuota a la última.
Por último, Lainez también insiste en la necesidad de comparar varias ofertas hipotecarias y de negociar con el banco las condiciones finales del préstamo, ya que en la mayoría de los casos cambian respecto a la oferta estándar que publicitan los bancos.
Fuente: Idealista